
En el verano del 2023, decidí irme a vivir en Paris con el objetivo de encontrar la pasión y perderme en el romanticismo de esa ciudad.
Logré mi objetivo, pero no estaba emocionalmente lista para enfrentar a mis sentimientos y a como relacionar con otras personas a nivel intimo. Pasaron muchas cosas durante mi tiempo por Paris, una de ellas fue una breve relacion que tuve.
Estas son las cartas que le escribí a esa persona querida varios meses después cuando pude procesar todo lo pasado y darme cuenta de como me relacioné.
Le recul nous permet une distance pour pouvoir mieux comprendre et reconnaître nos sentiments et emotions plus profonds
Relámpago
Ese día fue como si todo se aliñara como debería. Un encuentro entre dos personas cuyas almas se tenían que conectar.
Los nervios me tenían temblando al interior, pero al exterior presentaba como una persona en control.
Nos sentamos, el uno frente al otro. El restaurante estaba repleto de personas, el sonido de varias conversaciones a la vez, que fuese en otro contexto como el incesante zumbido de unas abejas, servía como un fondo sinfónico a nuestro intercambio.
Te di la vista y te vi, de verdad, como eres. Y en tus ojos se trasmitieron tantas cosas, pero sobre todo lo que sentí fue calma. Calma para ser yo misma; calma para poder relajarme; y calma para permitirme sentir. Apenas una hora y media que almorzábamos, tú me habías fascinado, ya.
Los siguientes pasos fueron como un paseo por el tiempo, o por una sala de sueños a la vez. Un sentimiento dentro de mí que ya te conocía y que parecía fantástico y surreal.
Caminamos por las calles de la ciudad cuyo apodo, en ese preciso momento, era bien merecido. Entramos por algunas tiendas y tú te presentabas con la gente de manera tan natural, tan autentica y placentera. Te llevabas con confianza, comunicativo y expresivo en tu lengua natal.
Me recuerdo que hacía calor, pero no sé si provenía ese sentimiento del tiempo o de la llana que me encendiste adentro, o las dos cosas a la vez.
Nos sentamos a tomar una bebida para refrescar y hablar y continuar. Cada uno contribuyendo de manera fluida a la conversación, escuchando y comentando. Me acercaba más y más. El intercambio de energía era palpatable. Lo sentí tocarme como un cable eléctrico.
Nos levantamos para caminar un poco más. El aire pesaba de la humedad del verano y las nubes que lo habían absorbida todo, de repente decidieron estallar una cascada de agua que nos cayó por encima, en sintonía con la inundación de emociones que me consumían por dentro.
Me tomaste la mano y nos corrimos hacía una esquina de la calle bajo techo.
Empapados pero sonrientes, nos volvimos el uno hacia el otro; me besaste enviando un corriente de electricidad que revitalizó mi corazón partido.
Rara vez son los tiempos en la vida cuando dos almas se conecten tan instantáneamente. Ese momento, fue grandioso, magnifico, encantador y iluminador como un relámpago en la tormenta de mi vida.
Gratitud
No sé si logré expresarte cuanto te aprecio. Darte el reconocimiento de todo lo que haces de lo bueno de tu corazón.
Me diste como regalo una pequeña bolsa hecho de corcho reciclado que habías comprado durante tus vacaciones en Portugal. En el momento, te di las gracias, pero no aprecie verdaderamente ese regalo.
Apreciar es reconocer que un regalo viene como una entrega de cariño y de pensamiento de una persona a la otra. Apreciar es recibir con el alma abierto y comunicarle a la otra persona que ves su esfuerzo.
Saqué mi ropa de primavera y verano el otro día, y ahí estaba la bolsa, todavía envuelta en su embalaje.
La he estado usando regularmente y es chula y también de buen tamaño. Es un muy buen regalo y te quería decir ¡muchas gracias!
El perdón
Te pido disculpas por mi comportamiento que te hayan dolido.
Perdón por ser demasiada crítica. No es una reflexión de ti, si no más bien de mí.
Perdón por no haber sido más afectuosa y suave en tocarte, y acariciarte, porque lo merecías y lo quería hacer.
Perdón por hablarte con impaciencia.
Perdón por juzgar, no tenía ningún derecho de hacerlo.
Perdón por no apreciarte más y darte las gracias que si mereces.
Sobre todo, perdón por mentirte. Te dije que no te iba hacer daño, y lastimosamente si lo hice.
Me duele el corazón saber que no fui justa, y te pido perdón, no para sentirme alivio, pero con toda sinceridad.
Evolución
Crecemos a ser los adultos que nuestra enfancia y nuestros entornos producen. Somos, en el momento presente, la acumulación de todas nuestras experiencias en la vida. Lo que sabemos de nosotros mismos es tan profundo como el tiempo invertido en conocer de dónde venimos.
Mirar hacia el pasado sirve para entender como navegar nuestro presente y como evolucionar como individuos. Saber cuáles son nuestros puntos fuertes y cuáles son esas calidades que necesitan mejorar. Progresar, cambiar y seguir en movimiento hacia adelante es lo que nos toca a todos, y seguimos mejorando en el camino.
El equilibrio entre ser presente y ser consciente de nuestro proprio desarrollo, sin correr demasiado rápidamente o con impaciencia hacia el futuro, es delicado. Algunas personas lo gestionan de mejor manera que otras. De mi parte, he estado trabajando y sigo trabajando en mejorar mi capacidad de vivir en el presente, de poder gozar y disfrutar del momento actual, calmando mi impaciencia hacia un ideal o un futuro, que no puedo controlar.
En este acto de equilibrio, reaccionamos a las situaciones en nuestras vidas de diferentes maneras. A veces nos sale una versión de excelencia, y a veces nos sale una versión no ideal. Lo importante es que seamos benévolos con nosotros mismos. Que aprendamos de las circunstancias y que evolucionemos hacia una mejor versión cada día más.
Yo sé lo que es creer en los otros. Tener paciencia con las personas que necesitan desarrollo, y darles la afirmación que necesitan para creer en sí mismos. Es un don que llevo dentro de mí y que he dado hacia las otras personas.
Tú también lo tienes, y generosamente lo compartes en tu ambiente profesional. Das y das para que las personas que se consideran como menos capaces, puedan lograr lo que los otros dudan que pueden lograr. Lo entregas todo en tu mundo de trabajo.
Creo en las segundas, y terceras y cuartas oportunidades. Es mi historia de vida y de amor que he dado. Y si otras personas sí pueden finalmente cambiar y evolucionar y llegar a ser mejor, con el apoyo de mi contribución, entonces igual yo puedo también lograr lo mismo con mi propia ayuda.
Me ha tocado tomar este don, y entregármelo a mi misma.
Y en la entrega hacia mi mismo, puedo a cambio dar más, cuando los otros lo soliciten y me permitan que les sirva.

Leave a comment